Una de las compañeras de mi nuevo trabajo, Toñi, comentaba que nació en un pequeño pueblo de Extremadura llamado Reina, Miguel es extremeño…le dije… la tierra, las raíces…unen. Hacia unos días que le había presentado a mi marido y dijo…ya decía yo que me caía bien.
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Toñi me trajo una revista que editan en su pueblo, en ella escribe la gente del lugar, los que viven allí y los que abandonaron el pueblo pero no sus raíces.
Soy amante de las cosas simples, de lo pequeño y lo cotidiano, me gustan los pueblos desconocidos, las gentes que pasan por la vida sin apenas dejar rastros escritos pero que sin lugar a dudas son las que escriben la historia.
La revista tiene testimonios de personas que han dejado recuerdos entrañables entre vecinos y familiares, están contadas desde el corazón y con la sencillez que caracteriza a las gentes de estas tierras
El artículo titulado “a la recacha” trae recuerdos a mi mente de aquellos años en los que empecé a formar parte de aquella familia extremeña.
Palabras como, “bolindres” “arrecío” “escalazo” “verijas” “jagayo” y muchas mas me sorprendían con ese acento de quien solo es capaz de pronunciar si ha nacido en estas tierras.
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Toñi me trajo una revista que editan en su pueblo, en ella escribe la gente del lugar, los que viven allí y los que abandonaron el pueblo pero no sus raíces.
Soy amante de las cosas simples, de lo pequeño y lo cotidiano, me gustan los pueblos desconocidos, las gentes que pasan por la vida sin apenas dejar rastros escritos pero que sin lugar a dudas son las que escriben la historia.
La revista tiene testimonios de personas que han dejado recuerdos entrañables entre vecinos y familiares, están contadas desde el corazón y con la sencillez que caracteriza a las gentes de estas tierras
El artículo titulado “a la recacha” trae recuerdos a mi mente de aquellos años en los que empecé a formar parte de aquella familia extremeña.
Palabras como, “bolindres” “arrecío” “escalazo” “verijas” “jagayo” y muchas mas me sorprendían con ese acento de quien solo es capaz de pronunciar si ha nacido en estas tierras.
5 comentarios:
Son fantásticas estas iniciativas para hacer cosas constructivas en los pueblos pequeños y cada vez más deprimidos. Por lo que cuentas debe parecerse a lo que hacemos en el mío (el más pequeño y deprimido de los pueblos que pueda haber). Lo malo es que cuesta despegar cuando los habitantes locales nos critican a los que ya no vimimos allí, pero somos de allí, que no somos quien para ir a enseñarles nada...ays lo que hay que escuchar a veces. Bravo por Reina y por ese precioso perfil que te define.
yo también recuerdo que se usaba un vocabulario especial cuando estábamos en la caseta de Godelleta. algunas frases como 'chaaaacho la biiicha' resultaban graciosas dichas por 'mamá benita'. hasta se podía oir el acento extremeño en boca de una mañica.
;-)
Ya sabes que coincidimos en el gusto por lo sencillo y en la admiración por el esfuerzo en comunicar esa sencillez.
Ya comenté que aprendí la palabra aljofifar de labios de un extremño analfabeto.
De las que citas no conozco ni escalazo ni jagayo.
Lo de las verijas me hace sonreír porque tiene en mis recuerdos historias que no me atrevería a contar aquí. ¿Son las mismas verijas que recoge el diccionario de la Lengua?
Besos
Son las mismas verijas,… mi suegra, "mama Benita" como dice Isabel aunque en realidad se llamaba Amalia como el pueblo que los vio nacer, las decía esta palabra a los crios, pero con esa peculiar manera que tienen los extremeños para hablar nunca me resulto una palabra malsonante.
y fíjate...en el Lunfardo Porteño de Buenos Aires también se recoge
VERIJAS
(pop.) Ijares de los equinos; ingle; ijar o ijada de un animal (LS.)// órganos sexuales externos humanos en ambos sexos (ERDELV.).
te dejo el enlace
http://www.todotango.com/spanish/biblioteca/lexicon/lexicon.html
y seguro que si cuentass esas historias nos resultan tan agradables como todo lo que escribes
un abrazo
siempre recordar las raíces y luchar por ellas sacandolas del olvido...chapeau!!..besos
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