2011/02/12 | By: Maitena

SUEÑOS


Esta semana se cumple el cuarto año desde que empecé a trabajar en la seguramente será la última etapa de mi vida laboral. Me he despertado con algunos retazos del sueño que estaba teniendo, en el sueño se mezclaban imágenes y personas de toda mi trayectoria en el sector de la confección al que he pertenecido durante toda mi vida.

En el sueño aparecían antiguas compañeras y compañeros, es raro, pero algunos de los que veía tuvieron poca relación en mi vida, apenas la rozaron y sin embargo formaban una parte importante del sueño, otras que fueron, que aún continúan estando en mi entorno apenas aparecen al igual que algunos a los que tuve gran estima. Entre los personajes del pasado solamente tres del presente aparecían nítidos ante mi mente dormida.

Los sueños son la sombra de la realidad que tu subconsciente almacena, son las imágenes las que más fuerza tienen, las palabras apenas toman relevancia y en muchas ocasiones apenas puedes enlazar correctamente la historia que tu mente ha trazado.

Seguramente, mi sueño de esta noche no me habría causado sentimiento alguno de no estar en la última curva tras la que llegare al tiempo del descanso.

Hace tres años, escribía un pensamiento en este rincón, rincón que entre otras muchas cosas recoge mis sueños reales junto con los de la fantasía:

Una vuelta ha dado la tierra alrededor del sol y yo he permanecido impasible día tras día sentada mirando a la pared encerrada con mis pensamientos.

y este otro:

Después de un año sentada mirando a la pared como si mereciese un castigo por no ser buena, ayer decidí revindicar sentarme mirando de frente.

Quizás, exageraba un poco al decir impasible, creo que no se permanecer impasible ante nada, de todo aprendo y todo me afecta, de una manera o de otra todo se va acumulando formando parte de mi idiosincrasia.

La mayoría de los sueños también tienen un toque de incertidumbre, algún personaje nefasto se cierne sobre ellos provocando angustia, también mi sueño de esta noche lo tenía, es en la vida real un personaje que se empeña en que nadie la adelante, si alguien lo intenta se encontrara siempre con una zancadilla.

Y para terminar. En este punto introduzco al último personaje del sueño de esta noche. Llego hace seis meses a la empresa, es joven, tan joven como Isabel, mi hija mayor. Han bastado unas cuantas conversaciones para que ambas tengamos un sentimiento fiel de compañerismo. En el sueño juntas traspasábamos la puerta de salida, el resplandor del sol nos mostraba que el día empieza al salir de la oscuridad a la luz.

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