“Mujeres rurales: líderes del mañana”. ¿Es este un eslogan más? La respuesta es que no, ya que se trata de una cuestión crucial para el futuro de la humanidad.
El hambre y la malnutrición afectan todavía a demasiados países. Las mujeres rurales producen una parte muy importante de los alimentos en los países más pobres. Por lo tanto, se encuentran en primera línea en la lucha contra estos graves problemas. Además, las mujeres rurales de todo el mundo pueden contribuir a un mayor respeto por los recursos naturales y promover el desarrollo sostenible.
¿Pero se les escucha? ¿Se tienen en cuenta sus reivindicaciones en cuanto al acceso a la tierra, los créditos, las semillas y las herramientas? ¿Basta con pedir educadamente a los dirigentes, a menudo hombres, y a la población urbana que reconozcan las necesidades de las mujeres rurales? Evidentemente no.
Nos corresponde a nosotras, las mujeres rurales de todos los continentes, asumir nuestra responsabilidad hasta las últimas consecuencias. Para que la situación e vo lucione, debemos dedicar parte de nuestro tiempo personal para intervenir en el ámbito político. No es por placer, sino por necesidad por lo que debemos indicar el camino a seguir convirtiéndonos en líderes del mañana.
Las desastrosas consecuencias del hecho de que el poder haya sido ejercido mayoritariamente por hombres nos obligan a ello. La humanidad es dual y, sin duda alguna, un ejercicio del poder puramente femenino resultaría igualmente nefasto. Por tanto, necesitamos mujeres rurales líderes para poder lograr un mayor equilibrio y una mayor equidad en la sociedad.
Queridas amigas y compañeras, todas sois mis hermanas y al igual que en una familia, debemos ayudarnos las unas a las otras. No resulta fácil implicarse fuera de nuestros hogares, nuestras explotaciones agrícolas y nuestras familias. Asistir a reuniones, seguir cursos de formación, tomar la palabra en público, atreverse a imponerse…, todo ello requiere valentía y determinación.
Queridas amigas y compañeras, todas sois mis hermanas y al igual que en una familia, debemos ayudarnos las unas a las otras. No resulta fácil implicarse fuera de nuestros hogares, nuestras explotaciones agrícolas y nuestras familias. Asistir a reuniones, seguir cursos de formación, tomar la palabra en público, atreverse a imponerse…, todo ello requiere valentía y determinación.
No os pido este sacrificio con el fin de conseguir un título o un honor. La vida es corta y no deberíamos malgastar nuestras energías en pos de vanas ambiciones personales.
Convirtámonos en líderes para ofrecer un futuro a nuestros hijos. Sabemos que nadie defenderá mejor los intereses de una comunidad rural equilibrada y viva que nosotras mismas, las mujeres rurales. Por lo tanto, debemos aceptar este desafío y convertirnos en líderes de hoy y de mañana. ¡Construyamos un futuro para todos!
¡Feliz fiesta del Día Mundial de la Mujer Rural !
Karen Serres
Presidenta del Comité de las Agricultoras de la FIPA
Presidenta del Comité de las Agricultoras de la FIPA
2 comentarios:
Leyendo estas cosas que pones ayyyy!!! me siento avergonzada cuando me quejo del trabajo, de las labores domésticas, del poco tiempo que tengo para tontear por los blogs, leer, hacer el vago...
Hay mujeres ( y para más desgracia, niños) que viven y trabajan sólo para comer, se dedican a lo más importante, a lo que todos deberíamos hacer, cuidar del germen de la tierra, la vida.
Evolucionaremos en tecnología, en progreso...pero degeneraremos en lo más vital porque nos estamos alejando de la tierra. Ellas son afortunadas, pero su lucha es dura...
Las mujeres de ciudad, las que manejamos las últimas tecnologías a menudo nos olvidamos de esas otras que hacen tareas que duplican nuestro esfuerzo y que raramente se quejan. Ellas merecen al menos un lugar en nuestros comentarios y en nuestras reivindicaciones de igualdad.
Va mi solidaridad y un trozo de mi rebeldía por ellas.
Tucusito, Tucusito acerca un sorbo de agua a sus secas gargantas, apaga con tu esfuerzo su sed...vuela, vuela Tucusito y lleva la gota de agua que te toca…
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