2006/10/14 | By: Maitena

EL DOMUND

Día de la raza, día de la hispanidad y para rematar las frases, día del domund.

Cuando llegaba el domingo del Domund la maestra entregaba las huchas “multirraciales” y ale…a la calle a salvar a los infieles y a los paganos a base de pedirles a nuestras tías monedas de perra gorda, de a perra chica, incluso de real, aquellas con el agujero en medio, si se conseguia alguna peseta era una fortuna.

Había huchas de grandes jefes indios, de chinos con coleta larga y de negrito rizosso

El siguiente texto es obra de mi amiga Maria Manuela. Con autorización de ella lo exhibo en mi blog para ilustrar este día

MI MUNDO DE COLORES

Cuando era una niña, las razas sólo existían en los dibujos de mi libro de “Ciencias Sociales”. La raza amarilla era la de un chinito con dos rayas oblicuas como ojos y enormes dientes incisivos, con coleta y gorro triangular. La raza negra se mostraba con un niño de piel marrón oscura, con collares de abalorios y algún anillo en la nariz. La raza roja era la del indio americano, con plumas y pintura de guerra en la cara. Yo pertenecía a la raza blanca o caucasiana, palabra que me resultaba más lejana que el continente americano, África o el Oriente, lugar del que venían cada Navidad los Reyes Magos con Baltasar pintado de betún.

La imagen que tenía entonces de las diversas razas que pueblan la Tierra estaba impregnada con un halo de misterio y curiosidad; igual que los idiomas, el gallego, el catalán o el vascuence, como los llamaba mi libro. Se hablaban en el mismo país en el que vivía y yo jamás los había escuchado.

Otras razas y otras lenguas me contaban aventuras en tierras lejanas y realidades que en mi pequeñito pueblo del sur aún no eran más que fantasías que crecían en mi mente como mitos. Con el tiempo pude colocarlos en el lugar de la realidad que les corresponde...sabiendo que es mucho más lo que me falta por entender. Encontré respuestas sobre el cómo y el porqué de la esclavitud del pueblo africano, las masacres de las tribus indígenas de América del Norte, la dimensión del que se considera el gran descubrimiento de la Historia Universal, el de Cristóbal Colón. Descubrí con tristeza que en el devenir de los tiempos unas razas se han considerado superiores a otras y han tratado siempre de dominar y someter al resto. Hubo y hay exterminios a lo largo y ancho del planeta…Resultó que los indios con plumas de las pelís del oeste no eran los malos de la película, ni los del séptimo de caballería los buenos; los rubios de ojos azules no eran superiores a los judíos, ni los judíos mejores que los palestinos.

Pero el peor de los descubrimientos fue ver que mi raza, la blanca o caucasiana fue la que se llevó casi siempre la mejor parte del botín, sea por religión, por dinero, por conquista al fin; sólo por del afán de dominar y someter.

Ahora me siento orgullosa porque el color de todas las pieles me gusta, las miradas oscuras, las rasgadas, me hechizan; los ritmos de otras músicas me hacen bailar, y me chupo los dedos con las comidas que preparan las manos de todos los colores. Soy la niña que se fascinó con los dibujitos de su libro de “Ciencias Sociales” y sueña que en los libros de hoy se escriba que todos somos iguales si tenemos las mismas oportunidades, que cualquiera de nosotros pudo nacer en uno de esos lugares y vivir ahora soñando con una vida mejor, con educación, sin fanatismo; teniendo todos un cuerpo, una ilusión, un sueño, unas manos para trabajar y una sola vida para ser seres humanos dichosos.

1 comentarios:

Chalá perdía dijo...

Gracias maestra, es un honor para mí. Y lo de siempre, ya verás como tus comentaritas son más sensibles y generosos que los míos jajajaja.

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