Han sido solamente tres días, tres días de vacaciones
en un lugar hermoso
He visto tres espectaculares salidas de sol reflejadas
sobre las aguas del mar, no son las únicas que mis ojos han podido vislumbrar,
el Mediterráneo, aquí cerca de donde habito también proporciona bellas imágenes, además, se pueden contar por centenas las que mis ojos han visto y que
no cansa ver ya que nunca una es idéntica a la otra y cada una te
recuerda que vas superando vida.
He leído, hacía tiempo que no leía y creo que es hora
de retomar la costumbre ya que es un placer que no se debe apartar de la dieta
diaria. Los besos en el pan, Almudena Grandes cuenta las historias de tal
manera que engancha, historias cercanas, reales, del día a día, a veces tristes
pero siempre con un amplio grado de humanidad.
Me he sentido Andrómaca.
La costa alicantina está plagada de gentes que viven
bien, desahogadamente bien Pasear de madrugada por el paseo
que bordea la bahía te proporciona otra visión, gente
joven que va o viene y no están de paseo, andan medio adormilados, hace escasas horas que termino su turno en la mayoría de las decenas de restaurantes que pueblan la
zona con grandes terrazas y ya tienen que retomar otra jornada
Tampoco todo el mundo está acomodado en grandes
mansiones apartamentos ni hoteles, en un rincón sobre el acantilado al lado de
tres bicicletas lo que deduzco es una familia veranean durmiendo bajo
el cielo raso y el sonido de las olas que supongo no resulte tan agradable como
sobre el confortable colchón.
Los he observado desde la terraza del hotel donde nos alojábamos, al ser vecinos me los he encontrado en varios lugares. Por la
mañana temprano el mas mayor, hace torpemente tai chi junto a un grupo experimentado
de ciudadanos chinos. Mientras leo a Almudena en la playa se meten en el agua
vestidos, así lavan su ropa, después pasan por la ducha y suben a su habitáculo. Ya atardecido se ganan unos euros, sentados en la puerta
de un supermercado, ella, toca la
guitarra mientras el mas joven canta.
Ultimo día, desde mi observatorio particular, un
hombre y una mujer se paran descaradamente a mirarlos, ella desenfunda su
guitarra y toca para ellos, ellos, que más que la música lo que
les llamaba la atención es el modo en que viven, dan la vuelta indiferentemente y continúan caminando, ella, deja de tocar, le da la guitarra al más joven y con el dorso
de la mano seca las lagrimas.
2 comentarios:
Vivir densamente es, sobre todo, mirar. El amanecer, las personas, los libros...
Escribir sobre lo que miramos ayuda a no olvidar.
Besos.
Vivir densamente es, sobre todo, mirar. El amanecer, las personas, los libros...
Escribir sobre lo que miramos ayuda a no olvidar.
Besos.
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