PLATAFORMA AUTOMATIZADA DE GESTIÓN DE LLAMADAS

KEYFACTOR resuelve satisfactoriamente más de trescientos mil expedientes extrajudiciales nuevos al año, proporcionando a sus clientes un muy elevado índice de satisfacción con una significativa reducción en sus índices de impagados.
En 2006 liquidamos el préstamo hipotecario que teníamos con el Banco Santander y cancelamos las cuentas que teníamos abiertas en el dichoso banco.
Hace unos meses, una llamada telefónica me sorprendió, la llamada era de un gabinete jurídico, Keyfactor, la señorita Laura me explico muy amablemente que éramos morosos, que teníamos una deuda con el Santander en dos cuentas, cuyo importe ascendía a 4,49€ en una y 8,64 en la otra.
No, le dije, mis cuentas con el banco se cerraron y tengo constancia de ello en una carta de pago. Me pidió por favor que se la enviase por fax y así lo hice.
Pensé que aquí terminaba la historia y que la consultoría zanjaría el tema con el señor Botin.
Nada de eso, a principios del mes siguiente se repitió la llamada, aquí ya me enfade un poco, la señorita, no sé si era la misma o una distinta me aconsejaba que fuese a la sucursal del banco donde tenía mis cuentas y que las cancelase. No, le dije, ustedes cobran por tramitar estos temas, yo no, además, mi tiempo vale tanto como el suyo y no lo pierdo.
Principio del mes siguiente; otra llamada, aquí ya no me sentía enfada, me sentía cabreada, la señorita me recomendaba una vez más que acudiese a la sucursal y cancelase la deuda, que esta podría ir aumentando y convertirse en miles de euros. No, le dije, no voy a pagar, demándenme y ya nos veremos en los tribunales, trato de convencerme de la conveniencia de pagar, que por una cantidad tan irrisoria no se iba a los tribunales. Bueno, bla bla bla y se terminó la conversación.
Otro mes más y llamadita, le pedí a la señorita que cerrasen el tema y dejasen de molestarme, que estaba ya muy harta de las llamadas y que no pensaba pagar ni un céntimo, en esta ocasión mi enojo era bastante alto.
Así ha continuado la cosa durante varios meses.
Hace dos meses cedi y fui al banco, allí no hay constancia alguna de deuda, la interventora llamo a Keisfactor y le dijeron que las cuentas no se cerraron bien y que por eso tienen ese descubierto, que lo más aconsejable era pagar y cerrarlas. Volví a decir, no, no lo pago.
El mes pasado se volvió a producir la llamada de rigor. Ya no estoy enfada, estoy asqueada. Le pedí a la señorita que dejasen de molestarme, que estaban atentando contra mi intimidad, que por favor, borrasen mis datos de su base, que le diesen carpetazo al tema o tendría que acudir a la protectora de datos, que incluso estaba dispuesta a mandar a la prensa una nota denunciando la poca rigurosidad de un banco tan importante. Esta vez la señorita me dijo que las llamadas se continuarían sucediendo todos los meses ya que automáticamente les saltaba la alerta y su deber era comunicar con nosotros, que lamentaba la molestia, pero que ellos cobran por estas tareas y tienen que hacerlas.
Vamos a ver, le dije, hoy, sus clientes me reclaman un total de 13,13€, usted me lo dice, ¿tengo que creerla? Demuéstremelo, ¿tendría que creer y pagar si usted me asegura que tengo una deuda de miles de euros? Mire, espero no volver a tener que levantar el teléfono para volver a escuchar la misma historia que viene sucediendo desde hace meses, durante cuatro años, desde la cancelación del préstamo no había tenido noticias de ustedes, ni siquiera sabía que existían, quiero permanecer en la ignorancia y no saber nada de ustedes
Esta semana próxima espero la llamadita, según me dijo son llamadas que se graban, dudo de que esto sea legal ya que me lo comunica en la última, en las anteriores nunca lo menciono. La esperare con impaciencia.