
7,15 de la mañana, el metro se detiene en el anden, aun es temprano y no son muchos los viajeros, subo, me siento y saco un libro de mi bolso, “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago
Isabel me lo dio, léelo, cuando lo termines me das tu opinión y veremos si coincide con la mía,
Voy por la pagina 46 cuando levanto la vista, el cartel del anden me indica que estoy en Patraix, continuo leyendo, cuando vuelvo a levantar la cabeza para fijarme en que parada estoy, leo, Turia, demasiado tarde, las puertas ya se han cerrado, bajo en la próxima y retrocedo dos estaciones.
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7 comentarios:
Qué bonita eres amiga!
Si te podré entender!
A mi me ha sucedido
algo similar esperando
al médico en el hospital,
cuando levanté los ojos,
estaba sola...........
Yo no leía a Saramago,
leía la vida de Remedios
Montero.....
besos
Pues ya no necesitas decirle a Isabel lo que te ha parecido.
Ni a mí tampoco.
Voy a leerlo.
Besos.
yo no me pasé de parada, pero si me quedé un día leyendo hasta las 3 de la madrugada... luego me dice 'el jefe' que no rindo...
venga! todos a leer y cuando acabéis nos ponemos con la segunda parte "Ensayo sobre la lucidez".
Hoy en clase han preguntado si Saramago ha editado en español (¡!)
No te he visto ya hace tiempo... en fín... ya nos veremos por allí despues de fiestas. El profesor de Literatura estaba muy contento de los resultados. Si quisieras seguir mi blog te estaría muy agradecida.
¿COMO PUEDE SER ?. !NO HE LEIDO NADA DE SARAMAGO¡, CON LO BIEN QUE ME CAE ESTE HOMBRE.
"Cuando despertó, el dinosaurio seguía allí". -Augusto Monterrosso-
T'en recordes?
Creo que nunca antes habías empleado pasarte dos estaciones con tanta sabiduría .
Te dejo un beso y un sentimiento .
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