2007/07/29 | By: Maitena

Feliciano y Felicidad

(Feliciano)

Hace un tiempo un poema que escribía Fernando sobre las olivas negras me recordó a mi padre y esta foto.

Cada día, como si de un ritual se tratase, llegaba en su bicicleta después de terminar la jornada de trabajo, se lavaba, volvía a colocar la boina sobre su cabeza y se sentaba a la mesa donde ya lo esperaba el platico de olivas negras la botella de vino y el periódico.

(Felicidad)

Felicidad…. nos dejo un trozo de su nombre para cada uno, nos lo dejo para que no olvidemos que no es necesario tenerlo todo para ser feliz, que basta con un poco y saber gestionarlo.


(juntos)


El destino los unió después de la maldita guerra, el mismo nombre, los mismos ideales y la misma quimera de que un mundo mejor era posible.

La frase de Feliciano… ¡Pobrecicos pero honradicos!

La frase de Felicidad… ¡nunca he pasado hambre!

2 comentarios:

Fernando dijo...

Tantas cosas nos guarda la vida que saberlas recoger en las manos y en la memoria a veces es como recoger el agua de la lluvia...pero merece la pena intentarlo...besos

Isabel Martín dijo...

no recuerdo a Feliciano, era demasiado pequeña cuando murió. pero supongo que habrá sido el haber mirado tantas veces su foto y haber escuchado tantas veces la historia de las olivas, porque es como si estuviera viéndolo ahora mismo ahí sentado con su vaso de vino y sus olivas negras.

debió ser un gran hombre.

a Felicidad si la recuerdo. era una de esas mujeres que debían haber vivido eternamente.

alguien debería escribir todas aquellas historias que nos contaban, para que vivan para siempre....

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