Mi compañera de trabajo adora a los gatos. Tiene una gatita en casa que se llama, Pepi.
Cada día comparte un poco de su almuerzo con el gatito que está abandonado en la calle.
A mi compañera le gustan los cuentos infantiles. Algunas veces me trae alguno para que lo vea.
Hoy me ha traído uno que describía las aventuras las de un gato que vive en la calle.
El cuento hace sentir cariño hacia el protagonista que se llama, Colin.

Y… la imagen feliz de Colin junto a la abuelita me ha recordado otra abuelita que también tenía una gatita llamada, Canuta.